#1DMX 2012: la importancia de hacer memoria y no olvidar
domingo 01 de diciembre de 2013 Se cumple un año hoy desde que Enrique Peña Nieto tomara posesión como presidente de México. Se cumple un año de la brutal represión que marcó un estilo de gobierno que refuerza los pactos entre los poderes tradicionales y el intento de amordazar a los movimientos populares. Un poco de memoria no viene mal.
Hace un año, 1 de diciembre de 2012, Enrique Peña Nieto (EPN) tomó posesión como presidente de México. Dicho evento consumó el retorno del viejo régimen del PRI al poder, pretensión que llevaba años anunciandose y que estuvo acompañada por meses de movilización, articulación y aumento de la indignación social.
La jornada comenzó a las 3 a.m. con la salida de un contingente de manifestantes desde la Acampada Revolución hacia los alrededores del palacio legislativo de San Lázaro; pues este se encontraba cercado por kilométricas vallas y numerosos elementos policiacos.
Los reportes, fotografías y videos de la protesta circularon en vivo vía internet.Alrededor de las 11 a.m., estudiantes, organizaciones y colectivos reportaban que sus compañeros estaban recibiendo bombas de gas lacrimógeno y balas de goma por parte de la policía a las afueras del recinto donde los diputados priistas coreaban “¡Peña presidente!”.
"La batalla de San Lázaro"
Ante una elección plagada de irregularidades, la puesta en marcha de la maquinaria priista arrancó de manera paralela a las demostraciones públicas de descontento social y, también, a la feroz represión con que desde el poder federal y local se ha respondido a las demandas de distintos sectores sociales y –recientemente– al rechazo de las reformas. El #1DMX marcó el inicio de una serie de eventos caracterizados por el uso indiscriminado de la fuerza contra los manifestantes y la realización de detenciones arbitrarias, así como la normalización de la tortura, la fabricación de cargos y la criminalización de la protesta social, por parte del Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Ante la injusta criminalización de jóvenes que ni siquiera participaron en los eventos de San Lázaro o en ningún otro enfrentamiento con la policía, hubo quienes salieron a pedir que se detuviera a los “verdaderos” culpables, refiriendose con tal señalamiento a las personas que participaron en las acciones directas. Para nosotros, los verdaderos culpables están en el poder y no hay que perder de vista la profundidad del asunto:
“La podredumbre apesta en Los Pinos, en el Gobierno de Distrito Federal, en la Asamblea Legislativa capitalina. Esta noche, el sistema de injusticia mexicano se reafirma e infunde su hedor en la población al criminalizar al joven, al estudiante, al profesor, al bolero, al comerciante, al reportero, a la mujer –joven y estudiante, todo junto; a la apariencia: rastas, tatuajes, paliacate, ropa negra; por defender al desconocido, a la novia, a uno mismo…”
“¿Quién empezó la pelea? Enrique Peña Nieto lo hizo al robarse las elecciones, lo hizo al comprar votos a través de tarjetas de supermercado, lo hizo al reciclar lo más obtuso de las fuerzas políticas del PRI, él comenzó con la violencia el 3 y 4 de mayo de 2006 con el operativo en San Salvador Atenco, la violencia no sólo la desató, también la ocultó para mantenerla, ¿o es acaso una mentira que durante su gobierno en el Estado de México el feminicidio creció descomunalmente? Si de encontrar responsables se trata, podemos comenzar por este personaje…”