No lloren después
domingo 04 de diciembre de 2011
El eurooccidentalismo es pedante y soberbio y esa soberbia lo puede matar. Los medios de comunicación han tratado de forma tangencial o anecdótica el nacimiento de la CELAC y han ignorado las reuniones paralelas de UNASUR que era donde se estaba cocinando el tamal. No lloren después si no quiren ver que la CELAC es la constatación de un nuevo y soberano proyecto latinoamericano y caribeño.
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